jueves, 12 de abril de 2012

A Elisa

Tu mirada encierra demasiadas cosas. A veces es como la Luna y mengua, otras renace y muchas brilla con intensidad fehaciente. Tus palabras no son más que estrellas que se pasean por el abismo del tiempo que a su vez corre por tus venas. Eres una, pero llevas en tu piel los trazos de la vida; el ojo de la que siempre amarás, el significado de la palabra libertad... Cuando miras al cielo tus pestañas afloran de la crisálida, y cuando cierras los ojos descansan y vuelven a dejarte frágil por fuera, pero por dentro tu mundo sigue resistiendo en una lucha entre la melodía y el ruido.

Tienes demasiadas cosas que contar. Vuelve cada día, amanece, y en el crepúsculo, despójate de todos tus miedos. Vuela como una mariposa y dibuja con el color de tus alas aquello de lo que el mundo carece. Porque eres Elisa y sólo al batir tus alas comprenderás, y dejarás que todos comprendamos.


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