miércoles, 6 de junio de 2012

Mucho peor

La finísima epidermis de tu forma de ser
viste igual que las azoteas de los edificios domóticos;
funcionales,
de ciencia ficción…
en la imaginación de arquitectos en la cola del INEM.

Piel de alma que parece un traje
de placas de plata
sorbiendo las energías solares
con la misma ávida sed…
con la que los niños, en verano, beben de la fuente de un parque.

Aunque lo que temo es tu interior.
Tan hosco,
oscuro y abrupto:

“Mucho peor que las primeras cuevas
colmadas de Neardentales  enfermos de miedo.

Mucho peor que tu deseo
de mi no nacimiento.

Mucho peor que la faz del planeta
arrasada por llamaradas doradas.

Mucho peor que las epidemias
que merman naciones enteras.

Mucho peor que la ira del Dios de los judíos,
mucho peor que el dolor de las hernias discales,
mucho peor que los partos sin inyecciones epidurales,
mucho peor que mis poemas
y mi sentido del humor”

Coreo “Mucho peor, mucho peor; pero mucho”
Como si fuera un conjuro…
Para alejarte
y no dejar que te multipliques.
Estúpido de mi;
como si tú fueras células de cáncer
y mi repetición sistemática quimioterapia
para evitar que me invadas.

Mejor guardaré silencio
antes de que sea demasiado tarde.
Intentaré parecer cuerdo
y sonreiré a los ancestros
que te esperan… que me esperan…
desligados del acoso del Tiempo.

Pacientes como la erosión.

(ANÓNIMO)

No hay comentarios:

Publicar un comentario